Es perfectamente normal perder el deseo sexual de vez en cuando, y le ocurre a la mayoría de las personas en algún momento de su vida. El bajo deseo sexual es un problema común que puede afectar a cualquier persona en diferentes etapas de la vida, causando frustración y preocupación en las relaciones. Aunque puede deberse a una serie de factores físicos, emocionales y psicológicos, comprender las causas es clave para encontrar soluciones eficaces.
Es natural preocuparse si no se tienen ganas de mantener relaciones sexuales, pero es un problema normal al que muchos hombres y mujeres se enfrentan en algún momento de su vida. En la gran mayoría de los casos, no existe ningún peligro. Las causas más usuales de una libido baja en una relación son el estrés, el cansancio y los problemas de pareja. También puede ser un síntoma de una afección médica subyacente, como un problema de tiroides.
En primer lugar, todos tenemos diferentes niveles de deseo sexual y no existe un deseo sexual “normal”. Sin embargo, si notas que tu bajo deseo sexual está afectando a tu relación de pareja o te provoca ansiedad, puede que sea el momento de buscar ayuda profesional o de ayudarte a ti mismo.
Estas son algunas de las causas más comunes del bajo deseo sexual, así como algunas opciones de autotratamiento.
Una de las causas más frecuentes del bajo deseo sexual son los problemas de pareja. El estado de la relación influye en el deseo sexual de la pareja. Por ejemplo, una relación con muchos problemas sin resolver puede causar estrés, lo que puede llevar a una pérdida del deseo sexual.
Solución ➞ Puedes obtener ayuda para trabajar tus sentimientos sobre tu relación acudiendo a un psicoterapeuta. El asesoramiento de pareja es otra opción, en la que usted y su pareja trabajan juntos para abordar los problemas que pueden haber contribuido al bajo deseo sexual y mejorar la comunicación. Su médico puede recomendarle psicoterapia o terapia de pareja.
También puede mejorar su deseo sexual pensando en sexo o en cualquier otra cosa que le excite. Cuanto más piense en sexo, más ganas tendrá de mantener relaciones sexuales.
El 17 % de la población masculina adulta afirma tener algún problema de salud mental, mientras que más del 40 % dice padecer ansiedad, preocupación o malestar.[1] En lo que respecta al sexo, la salud mental es esencial. Otras emociones tienen un gran impacto en tu deseo sexual: si estás deprimido, es probable que tu deseo sexual también sea bajo.
Solución ➞ No te presiones demasiado. La salud mental afecta a todos los aspectos de tu vida, y tener que rendir sexualmente no te lo pone nada fácil. Haz de tu salud mental una prioridad y habla con un médico o psicólogo sobre la terapia disponible.
Abrazarte, ducharte o simplemente tumbarte desnuda en la cama con tu amante puede ayudarte a mantener la intimidad física, y esto puede ser suficiente. Su deseo sexual puede aumentar cuando se sienten cerca el uno del otro. No olvides cuidarte. La masturbación puede ayudarte a encontrar el placer, a la vez que te permite saber en qué te estás metiendo.
Muchos hombres experimentan impotencia (es decir, disfunción eréctil), o la incapacidad de mantener una buena erección para la actividad sexual, en algún momento de su vida. El estrés, la ansiedad y las preocupaciones son causas comunes en los hombres jóvenes.
Solución ➞ Pruebe algunos medicamentos genéricos para la disfunción eréctil que puede encargar fácilmente en nuestra tienda. Estos medicamentos actúan dilatando los vasos sanguíneos del cuerpo masculino, especialmente alrededor de la zona genital. Un mejor flujo sanguíneo permite que se produzca una erección.
Nuestra superventas es Kamagra, un medicamento para la disfunción eréctil que contiene sildenafilo. Kamagra puede ayudarle a mantener una erección durante al menos 4-6 horas. Por el contrario, si busca algo que le mantenga erecto durante más tiempo, pruebe Tadalis, también conocido como “Le Weekender” en Francia. Tadalis, que contiene tadalafilo, es un tratamiento popular y eficaz contra la impotencia sexual, con un efecto duradero de hasta 36 horas.
Sin embargo, si su problema es también la eyaculación precoz, debería probar Tadapox. Tadapox es un medicamento especialmente formulado para tratar la disfunción eréctil y la eyaculación precoz en un solo comprimido. El ingrediente principal, la dapoxetina, inhibe el reflejo eyaculatorio y prolonga el tiempo entre la excitación sexual y el clímax. Tadapox es un tratamiento eficaz y ampliamente aceptado para la eyaculación precoz y la disfunción eréctil.
La disfunción sexual femenina (FSD)[2] o trastorno de la excitación sexual femenina (FSAD)[3] se refiere a problemas persistentes con la respuesta sexual, el deseo, el orgasmo o el dolor durante las relaciones sexuales que causan angustia o dificultades interpersonales. Puede afectar a mujeres de todas las edades y tener diversas causas, como cambios hormonales, afecciones médicas, factores psicológicos o problemas de pareja. La FSD puede manifestarse como libido baja, dificultad para excitarse, incapacidad para alcanzar el orgasmo o molestias durante el coito. El tratamiento suele consistir en abordar las causas subyacentes mediante intervención médica, terapia o cambios en el estilo de vida para mejorar la salud y el bienestar sexual.
Solución ➞ La FSD y la FSAD pueden tratarse con comprimidos de citrato de sildenafilo desarrollados específicamente para la mujer. Lovegra, también conocido como “Viagra para mujeres”, es un comprimido de color rosa que actúa aumentando el flujo sanguíneo y la sensibilidad en la zona vaginal. Lovegra también es responsable de la lubricación natural y de una mayor tasa de éxito durante el coito. Lovegra está formulada científicamente para proporcionar una intensa satisfacción sexual a las mujeres que desean recuperar su placer sexual.
Las píldoras anticonceptivas pueden aumentar o disminuir el deseo sexual en algunas personas. Los anticonceptivos hormonales pueden afectar a su cuerpo y, por tanto, a su deseo sexual. Los anticonceptivos hormonales incluyen las píldoras anticonceptivas, el parche cutáneo, la minipíldora y las pastillas anticonceptivas.
Solución ➞ Aunque la mayoría de las personas no notan una diferencia en su deseo sexual cuando utilizan anticonceptivos hormonales, si cree que su deseo sexual se ha visto influido, debería hablar con su médico sobre opciones alternativas. Si cree que su deseo sexual no ha vuelto a la normalidad tras unos meses de uso de anticonceptivos, hable con su médico.
Durante y después de la menopausia, los niveles de estrógenos y testosterona cambian, lo que puede influir en su deseo sexual. Los niveles de testosterona descienden de forma natural con la edad, y los niveles de estrógenos pueden descender drásticamente a medida que se acerca la menopausia. La caída de los niveles de estrógeno no solo afecta al deseo sexual, sino que también reduce el flujo vaginal, lo que puede provocar sequedad en el revestimiento y hacer que las relaciones sexuales sean incómodas o incluso dolorosas.
Solución ➞ La terapia hormonal sustitutiva (HRT)[4] o tratamientos localizados como el estrógeno vaginal pueden ayudar a aliviar los síntomas, mientras que cambios en el estilo de vida como el ejercicio regular y el control del estrés pueden mejorar el bienestar general. Además, el asesoramiento y la comunicación abierta con la pareja pueden mejorar la salud emocional y la intimidad, facilitando el mantenimiento de una vida sexual satisfactoria.
Algunos medicamentos tienen como efecto secundario la reducción del deseo sexual, especialmente los antidepresivos. Los ISRS, que se utilizan habitualmente para tratar la depresión, suelen reducir el deseo sexual. Lo mismo ocurre con los corticosteroides, los medicamentos para la tensión arterial y, especialmente, los diuréticos y los antipsicóticos, aunque hay varios otros fármacos que también pueden afectar a la libido.
Solución ➞ Si le preocupa un medicamento en particular, lo mejor es que hable con su médico.
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